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sábado, 8 de mayo de 2010

El Jazz, música para escuchar con los pies

El jazz es, ante todo: improvisación, vida, expresividad, evolución constante. El verdadero jazz se encuentra en el Mississippi, brota de las manos del pianista de un bar de Storyville, o en medio de los hombres de una banda de músicos que tocan para acallar la violencia de un ajuste de cuentas en Chicago. El jazz es también la voz de un clarinete que exalta la vida, y es también una plegaria a Dios.

La historia del jazz es una de las más originales de la música. Sus personajes y estilos, su fuerte individualismo, la hacen enormemente atractiva; y aunque algunas tendencias exijan una alta preparación por parte de los aficionados, es sobre todo música para escucharla con los pies.

El jazz perdurará mientras la gente lo escuche con los pies y no con la cabeza-, dijo hace tiempo el director de orquesta norteamericano John Philip Sousa. Y así fue durante los años 30, con las bandas de Nueva Orleáns (Buddy Bolden) o con las de los hombres de Austin High en los bares ilegales de Chicago. Se tocaba música para que la gente bailara.

A partir de los años 40, el público comenzó a escuchar jazz con la cabeza en vez de con los pies. Pero es que las nuevas formas (bebop, cool, free) dejaron un poco de lado el ritmo para atraer al intelecto, y como consecuencia a reducidos grupos de vanguardia. A pesar de todo y contradiciendo los malos augurios de Souse, el jazz perdura y el público lo sigue con extraordinario entusiasmo. ¿Cuál es el secreto?: su gran vitalidad.

Desde el corazón del Africa Americana
Hablar del jazz como música afroamericana sería simplificar demasiado las cosas. Jazz es una forma de expresión espontanea o individual que se crea en el momento. Es improvisación, libertad, canto de protesta y de marginación. La crearon los negros de los estados esclavistas del Sur (Alabama, Louisiana, Georgia), mientras trabajaban en las plantaciones de algodón. Sus blues y sus spirituals fueron la semilla. De ella nacerían los primeros sonidos del auténtico jazz, último género popular en la historia de la música occidental. Un tipo de expresión urbana que empezó a afianzarse en los cafés de los negros de Nueva Orleáns, a finales de 1800 y principios de 1900.

Según las estadísticas, el mercado de esclavos africanos tuvo un saldo de 15 millones de hombres, mujeres y niños, vendidos en distintas zonas del mundo. La mayor parte de esta cifra fue a parar a América. Los campos de algodón y tabaco exigían mucha mano de obra. El negro africano era fuerte y trabajaba por un pequeño jornal: comida y choza. Fuera de eso, nada poseía, excepto el recuerdo imborrable de las danzas y cantos de su Africa natal. La música era fundamental para el africano. A fin de cuentas, el equipaje de un esclavo solo contenía ritmo y melodía.

A estos temas de oración y súplica se agregaron las canciones de trabajo. ¿Por qué? El esclavo se dio cuenta de que era mucho más fácil trabajar cantando. Los peones, los estibadores, los presos. los obreros portuarios y del ferrocarril cantaban. Un guía improvisaba y los demás respondían con murmullos o gritos.

La sencillez de estas frases, debida probablemente a su escaso conocimiento de la lengua de los colonos, fue evolucionando hasta convertirse en poesía vigorosa, tierna, desesperada a veces. Tanto que Jean Cocteau llegó a afirmar que las letras de los blues eran la última aparición de una poesía automáticamente popular. Y los blues eran ya un género típicamente jazzistico.

Los gobernantes tomaron conciencia, enseguida, de ese nuevo fenómeno musical. Tanto, que el Departamento de Estado organizó y protegió, desde el principio, las giras internacionales de los “jazzmen” norteamericanos. Louis Armstrong, Duke Ellingtong, Miles Davis, Dizzy Gillespie, Jack Teagarden, Mahalie Jackson, Stanz Getz, Keith Jarrets y otros han mostrado su peculiarisimo estilo en todas partes. Han actuado delante de reyes y reinas, Louis Armstrong fue recibido por el Papa en el Vaticano y Benny Goodman y su orquesta actuaron en Rusia, durante el verano de 1962. La ovación fue sorprendente, incluso Nikita Kruschov aplaudió, entusiasmado, de pie.

Naturalmente, los spirituals y los blues evolucionaron hasta crear su propio lenguaje: el del jazz. ¿Cómo es ese lenguaje? Uso de la síncopa, insistencia rítmica, timbres instrumentales insólitos – difíciles de encontrar en otro tipo de música -, improvisación, y, en cuanto a las voces, desgarro de las mismas. Todo ello impregnado de una palabra mágica: swing. El alma del jazz. Algo que va más allá de la propia interpretación.

“El swing no existe en el texto musical, solo puede darse en la ejecución”, afirmaba constantemente Duke Ellingtong. Efectivamente, el jazz era y es una peculiarisima manera de entender la práctica musical por el negro norteamericano. Una práctica llena de expresividad, original, vitalista cien por cien. Una música para expresar amor, dolor. Una música para contar la vida del héroe, las amarguras y desencantos de cada día. El jazz primitivo era una válvula de escape emocional ante las frustraciones del hombre negro en el mundo del hombre blanco.


VIDEOS: Un clásico de Benny Goodman y su orquesta (Sing, sing, sing) y una perla bien criolla interpretada por Louis Armstrong (Adiós Muchachos).



lunes, 19 de abril de 2010

¿Loco? un poco, nada más

Julio Cortazar
“La diferencia entre un loco y un piantado está en que el loco tiende a creerse cuerdo mientras que el piantado, sin reflexionar sistemáticamente en la cosa, siente que los cuerdos son demasiado almácigo simétrico y reloj suizo, el dos después del uno y antes del tres, con lo cual sin abrir juicio, porque un piantado no es nunca un bien pensante o una buena conciencia o un juez de turno, ese sujeto continúa su camino por abajo de la vereda y más bien a contrapelo, y así sucede que mientras todo el mundo frena el auto cuando ve la luz roja, él aprieta el acelerador y Dios te libre.”

  • Como regalo, una visión distinta de este misterio llamado locura por parte de Eduardo Galeano:
"El Derecho al Delirio"

sábado, 10 de abril de 2010

Fragmento de "Trova" (Leopoldo Lugones)

Yo traigo versos de amor,
de aquellos que, con su bien,
recuerda uno, como quien
va deshojando una flor

Amada, dice el Amado,
hoy vi el sol en tus cabellos
y era más hermoso entre ellos
que allá en su trono dorado

Anoche al abandonar
tu ser al sueño clemente,
para besarte en la frente
salió la luna del mar

Es de ver, cuando a deshora
anticipa la mañana
cómo mira a tu ventana
el lucero de la aurora...

viernes, 2 de abril de 2010

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace…

Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.

Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.

Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.


Por Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, Uruguay, 14 de septiembre de 1920 – Montevideo, Uruguay, 17 de mayo de 2009), más conocido como Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idioma.

martes, 30 de junio de 2009

Allí, en la ciudad sin dios


No, lo que sentí no es dolor. Ni pena. Acaso busco el adjetivo, pero no encuentro más que metáforas concebidas de la boca ardiente de ese león. Llamaradas que danzan y ríen por la burla anaranjada que habita allí, en la ciudad sin dios. La gracia celestial se acabó hace mucho tiempo. O acaso nunca existió. Los ángeles polvorientos no se atreven a cruzar. Su temor, comprensible y viejo, tembloroso y nostálgico, aviva la hoguera de los ignorados. Los murmullos son agujas despiadadas que torturan, dejando su melodía, su grito tortuoso que aturde sigiloso, su aroma a adrenalina de piedad, su olor a humedad de lágrimas. Calma y tristeza. La felicidad de la ignorancia castiga más. Ojalá fuera bronca. O dolor. O pena. O un sueño. O una pesadilla. Ellos bailan y cantan para ahuyentar la fe. Ella, espantada, jura no volver cada vez que los ve o los escucha. ¿Acaso hay castigo más tremendo que sentir la risa de la ignorancia? Pensé que sería impotencia. Pero no, tampoco. Ni siquiera tinieblas. Mucho peor. Luz salada y brillante que sabe maldecir, que conoce cómo agotar hasta al más fuerte de los guerreros, que incendia la barba de los sabios, que contamina la risa de los niños. No quiero verte más, pero tampoco olvidarte. Porque olvidarte sería ignorarte. Porque temo demasiado ignorarte, me da miedo sentir tu desquiciada ironía. Todavía te toco, te siento, te huelo, te percibo como al demonio de las aves rojizas. Allí, a la ciudad sin dios, donde nunca llueven las razones ni habita la fe, volveré. Aunque no quiera, sé que volveré.

sábado, 12 de abril de 2008

Concierto en Joaquín Calamaro y Andrés Sabina


Sobran ganas de escribir sobre canciones y la ocasión pide la palabra de sabineros y calamareros. Vamos a llamar la atención de los primeros. Hoy volví a escuchar Dieguitos y Mafaldas y me cago de risa en los que digan que es un tema comercial. Ese flaco hijo de su puta madre no pudo nunca escribir una canción tan perfectamente lograda, artística y emocional... "sublime sin interrupción", diría mi tío citando a Paco Umbral. Pero no es esa la canción a la que me quiero referir. No, es otra muy distinta: "Por el boulevard de los sueños rotos". Quiero decirles, muy sinceramente, que cuando escucho esta canción viajo a México en la primera estrofa. Me siento en el mejor bar de la noche más cálida del otoño pasado con un tequila servido en mi mesa y disfruto. Veo pasar artistas de la talla de José Alfredo Jiménez, Observo pintar a FRIDA y escucho la aguardentosa voz de ella, de la dama de poncho rojo y piel de trigre: la Gran Chavela, promiscua tentadora de los placeres y vencedora de la muerte. Suena Macorina y la Paloma negra de los excesos hace que los terremotos mexicanos pasen de largo en ese bendito -por todos los cielos- boulevard de los sueños rotos. Mientras tanto, me tomo otro tequila y FRIDA no besa tan bien a Diego Rivera como sí a la Vargas. Pero la duda sigue, dando vueltas como mi cabeza por dentro. El interrogante se hace tan grande como la resaca de mañana. ¿Existe el Edén? ¿Existe Dios? ¿Existe el Boulevard de los sueños rotos? No lo sé. Y lo mejor de todo es que no quiero saberlo tampoco. Quiero seguir tomando tequilas, escuchando Macorina y viendo a Chavela besarse con Frida, a Diego, a José Alfredo, seguir con los tequilas y volar. Delirar. No quiero saber si existe o existió ese boulevard. No, yo no quiero...
Calamareros Me pasa algo muy extraño con Andrés últimamente. Olvidado ya el post en donde lo critiqué, quiero hacer mención a algo que seguramente traerá algo de polémica. Pero no voy a callar. No quiero que lo tomen a mal, pero hago esta pregunta, no sin antes una breve introducción: un jugador de fútbol puede tener suerte, un apostador puede tener suerte, un empresario puede tener suerte, un cura puede tener suerte, un militar puede tener suerte, un ladrón puede tener suerte, una madre puede tener suerte, un ser humano puede tener suerte... y un artista ¿puede tener suerte? Pues bien, creo que Andrés Calamaro puede gozar de algo de suerte. Creo que Andrés compone canciones muy profundas y no las sabe dedicar. Voy a citar un ejemplo: La Libertad. El loco se la dedica a los reclusos e inclusive cita, dentro de la canción a los presos. Estoy seguro de que no sólo contempla a los que perdieron la libertad por estar en cana, pero mi tan respetado Andrés se olvida de personas que perdieron la Libertad de otra forma, como por ejemplo mi caso... voy a decirlo brevemente: hace un año perdí totalmente la razón y estoy en tratamiento desde entonces. Perdí la libertad y no por estar preso. Y, sin embargo, me siento totalmente identificado con esa canción. ¿Suerte del autor? ¿Capacidad del autor? O la libertad es única y el monstruo de Andrés sabe llegar tan lejos que abarca todo. Bueno, ya que estamos de crítica con Andrelo voy a aprovechar y sacarme las ganas de decir otras dos cositas. En el tema "El Cantante" él mismo se dice que está cantando sus mejores pregones, su mejor tema, un mejor tema que los otros anteriores... primero que es mentira y segundo NO PODES!!! un artista de verdad no hace eso, eso dejáselo a la gente, que la gente que te paga la entrada, que compra tus discos te repruebe o no tus temas, que la gente te admire o no tus temas. Además, en otra canción, das a entender que sos muy sensible a la belleza de las mujeres... eso dejámelo a mí, Andrés, pero ¿a un intelectual como vos?... jajaja No, todo bien, Andrelo, te admiro. Sos un grande. Saludos a todos.
La Libertad (Andrés Calamaro)

jueves, 14 de febrero de 2008

Lo que el viento devolvió

Hola a todos. Antes que nada, quiero pedirles disculpas por haberme tomado unas vacaciones sin redactar una sola línea desde hace un buen tiempo. Esto se debe, por qué ocultarlo, a mi frágil estado de ánimo que me pone en jaque cuando menos me lo espero. En fin, como ya me daba verguenza por no publicar nada y como sigo sin ganas de crear, voy a dejarles un cuento corto que escribí hace un par de años para un concurso que nunca me presenté. Es un relato fantástico y puede entretenerles. Ojalá que les guste. Un abrazo a todos.

Lo que el viento devolvió.doc

domingo, 30 de diciembre de 2007

Galeano desafía a la historia


Dentro de muy poco tiempo, el maestro Eduardo Galeano publicará su último libro: Espejos. En la obra, el escritor uruguayo refutará una infinidad de hechos históricos que fueron transgredidos por ignorancia -aunque, en la mayoría de los casos, por conveniencia de los poderes de turno- y resaltará algunas paradojas que hacen reir... o llorar. Aquí algunos pasajes:

“Dos de los Padres Fundadores de los Estados Unidos se desvanecieron en la niebla de la historia oficial. Nadie recuerda a Robert Carter ni a Gouverner Morris. La amnesia recompensó sus actos. Carter fue el único prócer de la independencia que liberó a sus esclavos. Morris, redactor de la Constitución, se opuso a la cláusula que estableció que un esclavo equivalía a las tres quintas partes de una persona”.

“Los hindúes habían sabido antes que nadie que la Tierra era redonda y los mayas habían creado el calendario más exacto de todos los tiempos”.

“El monumento más alto de la Argentina se ha erigido en homenaje al general Roca, que en el siglo diecinueve exterminó a los indios de la Patagonia”.

“John Locke, el filósofo de la libertad, era accionista de la Royal Africa Company, que compraba y vendía esclavos”.

“Desde el año 1234, y durante los siete siglos siguientes, la Iglesia Católica prohibió que las mujeres cantaran en los templos. Eran impuras sus voces, por aquel asunto de Eva y el pecado original”.

“Hasta el año 1986, fue legal el castigo de los niños en las escuelas de Inglaterra, con correas, varas y cachiporras”.

“Los campos de concentración nacieron en Africa. Los ingleses iniciaron el experimento, y los alemanes lo desarrollaron”.

“En 1936, el Comité Olímpico Internacional no toleraba insolencias. En las Olimpíadas de 1936, organizadas por Hitler, la selección de fútbol de Perú derrotó 4 a 2 a la selección de Austria, el país natal del Führer. El Comité Olímpico anuló el partido”.

“El libro de viajes de Marco Polo, aventura de la libertad, fue escrito en la cárcel de Génova”.

“Don Quijote de La Mancha, otra aventura de la libertad, nació en la cárcel de Sevilla”.

“Fueron nietos de esclavos los negros que generaron el jazz, la más libre de las músicas”.

***Para más información, Galeano publicó una nota en Página 12 y este es el link: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-96843-2007-12-30.html

Los Beatles y su viaje por las drogas


El 5 de agosto de 1966, The Beatles lanzó a la venta su séptimo álbum: “Revolver”, que rápidamente logró ser número uno en la lista de ventas de Gran Bretaña y los Estados Unidos. Con una fuerte pronunciación psicodélica, Revolver es citado como uno de los mejores álbumes pop de la historia y un viaje delirante por el mundo de las drogas.
La pista más ligera de este álbum es la infantil "Yellow Submarine." Se dice que el título proviene de una observación que hizo Ringo durante un viaje de LSD.

Paul escribió esta canción una noche mientras estaba tendido en su cama, todos los demás estaban reunidos en el estudio 2 teniendo una pequeña fiesta animada por Mal Evans, quien con el tambor de bajos amarrado a su pecho giraba por todo el estudio gritando "We all live in a Yellow Submarine" y era seguido por los demás... (evidentemente, estaban todos re locos). Entre los "efectos especiales" de esta canción podemos oír a John haciendo burbujitas en un balde con agua, a Alf Bicknell sacudiendo una cadena en una tina y a Brian Jones (de The Rolling Stones) haciendo chocar vasos de cristal.

Cuando el tema salió a la luz, todos asumieron que estaba relacionado con las drogas, excepto Paul, quien señaló que lo único que relacionaba con submarino amarillo eran unos dulces azucarados que él había probado alguna vez en Grecia. Luego, la juventud comenzó a nombrar a las drogas duras como "Yellow Submarine".

En "She Said, She Said", Lennon, Harrison y Starr estaban bajo la influencia del LSD cuando la escribieron en la casa alquilada por los Beatles en Benedict Canyon en Beverly Hills, California, en Agosto de 1965. Fonda pasó por allí para ver a unos amigos suyos, miembros de The Byrds, y para conocer a The Beatles. Fonda le dijo a Harrison, "I know what it's like to be dead (Sé cómo es estar muerto)," porque de niño casi había muerto por la herida de un disparo que se hizo él mismo. Lennon le contestó: "Who put all that shit in your head? (¿Quién puso toda esa mierda en tu cabeza?)". Además, McCartney dijo que "Got To Get You Into My Life", que durante mucho tiempo se ha supuesto una canción de amor, era de hecho una oda a la marihuana.

En "I'm Only Sleeping," Harrison tocó las notas para la guitarra principal en el orden inverso, después invirtieron la cinta y la mezclaron. El sonido de la guitarra "en marcha atrás" daba un tono a la canción más durmiente, siniestro y melancólico. Esto, junto con la letra al revés usada en la canción "Rain" de los Beatles (grabado en las sesiones y lanzado por separado, como un simple) fue el primer caso de mensaje a la inversa, el cual Lennon descubrió después de estar cargando erróneamente una cinta de carrete a carrete hacia la inversa mientras estaba bajo los efectos de la marihuana.

Letra (Lyrics) de Yellow Submarine en castellano y en inglés.





La Película:

Tanto fue el éxito que acaparó este disco que no tardó en llegar la oferta para llevar la historia a la pantalla grande. Fue en 1968, cuando el animador canadiense George Dunning y las productoras United Artist y King Features Syndicate hicieron una película. Esta vez, los reyes de Liverpool aparecen casi al final de la animación, aunque en situación de doblaje.



miércoles, 26 de diciembre de 2007

Tango a Valdano (Joaquin Sabina)

 
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